Así son la finca Huerta y el asador «La Perdida» en Alcalá de Guadaíra

La Perdida

Recientemente hemos tenido la oportunidad de conocer, por fin, de cerca el proyecto del Asador La Perdida y su finca Huerta La Perdida, en Alcalá de Guadaíra. Agradecer desde aquí a Probando Probando, la nueva agencia de comunicación de la empresa, que haya organizado un evento con periodistas y blogueros gastronómicos (además de algún que otro incansable influencer), y no con gente de sectores como la moda o la política.

La PerdidaYendo a lo que nos ocupa, el Asador La Perdida es un ambicioso proyecto que lidera Sergio Martín de la Rosa, empresario, fundador de Energía Plus, que un día se enamoró de una finca en la que criar y recuperar una raza como la charolesa en una zona como Alcalá. Esta finca, llamada La Perdida, es la hermana del Asador homónimo que también se encuentra en Alcalá, pero en un viejo cortijo que anteriormente albergaba otro restaurante llamado Arrogui.

Allí se crían estas vacas con sus terneros y, cerca, está Gedeón, un semental de 1.200 kilos de mirada noble y presencia imponente. Una belleza absoluta estos animales.

Asador La Perdida

La PerdidaEl primer sitio que visitamos fue el propio Asador La Perdida. Un fabuloso cortijo que luce renovado y donde sus responsables pretenden establecer un punto de referencia gastronómica no sólo de la provincia, sino de toda Andalucía. No hablamos de que es un simple asador donde sirven carne de dudosa calidad por castigo, a paladas si es posible. Todo lo contrario.

Este asador gastronómico ofrece una experiencia superior a su clientela y prueba de sus intenciones son las instalaciones, los recursos y la carta de la que dispone. Una bodega de vinos interesante con un repertorio variado donde los vinos andaluces en general, y los de Jerez en particular, tienen su merecido espacio. Todo ello en un entorno fruto del diseño del utrerano David Villalba, cuyo cartel luce orgulloso en casi la totalidad de salones del Asador La Perdida.

La PerdidaA los mandos del proyecto está el chef Gonzalo Mancera, conocido por el local que tenía en Alcalá llamado Gastrogon y que era, sin duda, una de las referencias del municipio. Su hermano, Pablo, está a cargo de la parrilla, mientras que Pepe es el responsable de la sala, la cual luce con orgullo las cámaras de conservación de las carnes, diseñadas específicamente para realizar maduraciones prolongadas que, en algunos casos, se pueden alargar hasta los 18 meses. Esto es algo que muy, muy pocos sitios de España pueden decir.

Finca Huerta La Perdida

La PerdidaComo si nos hubiéramos metido por un túnel mágico, abandonamos el Asador quedándonos con las ganas de volver y de disfrutar allí como buenos comensales del servicio de sala y de la experiencia gastronómica completa. Pero ya llegará en otro momento. En esta ocasión Javier Ciézar de la agencia de comunicación nos invita a acompañarlo hasta la finca Huerta La Perdida, donde las vacas y los terneros anteriormente mencionados nos esperaban sin mucho afán ni interés. Todo lo contrario que los responsables del espacio, que nos abrieron las puertas y nos hicieron sentir como en casa en todo momento.

Tras un paseo y un aperitivo con cecina, llegamos al menú que pudimos degustar en el interior de la casa. Hacía un día claros y nubarrones y lo más inteligente era resguardarse en el interior, pero desde luego en otras condiciones ese entorno idílico invita a salir y disfrutar de la compañía de las vacas y tratar de empaparse de su calma y serenidad.

Comenzó el festín carnívoro que Gonzalo Mancera y el resto del equipo tienen preparado para los que se animen a disfrutar, previa reserva y para grupos limitados, de este menú degustación que es una delicia. Lo primero que tomamos fueron unos Steak Tartar y un Tataki de lomo bajo, siempre de charolesa, que estaban de auténtica locura. Explosión de sabor y sencillez. En el caso del tataki, además, un ajoblanco de piñones que era sencillamente delicioso.

Posteriormente dieron paso a otro tipo de elaboraciones que también estaban de rechupete. Gustó especialmente el Revuelto de menudo con huevos de oca, y las Mollejas de vaca. Dos platos de mojar pan que dieron paso a un Arroz con solomillo que también hizo las delicias de los allí presentes.

Por último, la joya de la corona, un Chuletón de charolesa de 7 años con una maduración de 80 días. Una combinación deliciosa de sabor y textura jugosa, tierna y bien que servía como demostración de la mucha y muy buena calidad que ofrecen, además de la excelencia a la hora de saber preparar en su punto exacto una pieza tan cotizada. Elegancia y sabor, sin exageraciones, aderezos ni complementos innecesarios. La una gran carne en una de sus mejores versiones.

A falta de volver al Asador, ya conocemos las carnes y la experiencia fabulosa de la finca Huerta La Perdida. Una experiencia muy grata en muy buena compañía, con una ejecución impecable por parte de todas las partes implicadas de la organización. Enhorabuena.

Ficha: Asador La Perdida, Alcalá de Guadaíra (Sevilla)

Dónde: Ctra. Dos Hermanas a Utrera km, 2,7. 41500, Alcalá de Guadaíra (Sevilla)

Horario: todos los días para almuerzos y cenas.

Precios: Su ticket medio ronda los 40 euros por persona.

Cómo reservar: en su página web.

Nuestro plato favorito: la cecina, el arroz con solomillo y, por supuesto, el chuletón.

Autor: Txema Marín

Director de Urban Explorers, técnico en enoturismo de vinos de Jerez, técnico de vinos y vinagres de Montilla-Moriles, Sherry Master de González Byass, máster en Crítica Gastronómica de Gastroactitud, miembro de la Academia Andaluza de Gastronomía y Turismo, docente de Nuevas Tecnologías en la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla.

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