Comer en Garrucha, un espectáculo gastronómico

Tachar objetivos de una lista es muy gratificante. Almería estaba subrayado en negrita en la nuestra, una provincia que merece la pena en todos los sentidos. Gracias a la iniciativa A Una Hora en Urban Explorers hemos podido visitar varios municipios almerienses. El sabor de boca que nos ha dejado ha sido excepcional. Sobre todo el fin de fiesta en un pequeño pueblo costero: Garrucha. Esta es su historia.

Garrucha cuenta con algo menos de nueve mil habitantes, población que se duplica en época veraniega gracias a sus buenas playas y numerosos encantos gastronómicos. Es un pueblo costero y pesquero, pues es habitual visionar los barcos de pesca de la famosa gamba roja de Garrucha. No son pocos los garrucheros y garrucheras que se dedican al noble arte de la pesca o que han tenido relación con el mar en algún momento de sus vidas y eso se nota en el ambiente.

¿Garrucha se come? No, Garrucha se devora. Olores salinos penetrantes, que hacen rugir tu estómago al son de mariscos y pescados de roca. Algo que merece la pena contar, pues seríamos ciertamente egoístas si nos guardásemos el secreto solo para nosotros. Además, en eso consiste Urban Explorers, ¿verdad? En sacar a relucir los encantos de las ciudades desde una perspectiva muy local.

El rincón del puerto, un rincón con pellizco

Varios miembros de Urban Explorers han podido conocer los encantos de un coqueto local en el puerto de Garrucha. Su nombre habla por sí mismo, El rincón del puerto. Un espacio gastronómico de altos vuelos, en el que el pescado copa gran parte de su oferta. Nada más entrar al restaurante tu mirada se posa en una vitrina con numerosos manjares. Sobre todo marisco. Indispensable ver un producto tan fresco para hacerte a la idea de lo que vas a disfrutar con posterioridad.

De primer plato tomamos un marisco excepcional. Camarones crudos marinados con hielo y limón. Un bocado suculento, sensible e intenso. Cocina de producto cien por cien. Las huevas de un potente color azul eran muy sabrosas. Es, como decirlo, algo que debes probar al menos una vez en tu vida antes de morir.

Continuamos con uno de los productos estrella de la zona, la afamada gamba roja de Garrucha. Un manjar que lucha por ser Denominación de Origen y que esperamos lo consiga más pronto que tarde. Se suelen tomar a la plancha con un poco de sal por encima. Pídelas sin miedo, pues no te van a defraudar.

Una receta secreta de patatas bravas y un pulpo guisado –tierno, tierno– también formaron parte del menú. La salsa de las bravas, deliciosa. Y la del pulpo, para qué contar. Consejo, remángate, pide pan y no dudes en mojar. Sin miedo. Tu cuerpo te lo va a agradecer.

En cuanto a pescados, pocos como ellos para tratar el producto. Apostaron por enseñarnos pescados autóctonos con mucho sabor al tratarse de peces de roca. El galán y el gallo pedro levantaron aplausos en la mesa. Carne delicada, pero con un sabor intenso. Ambas variedades fritas, aunque se pueden cocinar de mil maneras diferentes. Garantía de éxito.

Finalizamos con un surtido de postres elaborado con un gusto exquisito. Tocino de cielo y tiramisú, pero sobre todo una leche frita flambeada al momento con anís. ¿Y para rebajar? Un poco de piña fresca. Lujazo.

Otros encantos de Garrucha

El rincón del puerto no ha sido el único lugar visitado por Urban Explorers. El restaurante Escánez fue también motivo de júbilo. Desde su arranque con mojama y un tartar de atún y aguacate, hasta un pulpo al horno con aceite y pimientos fritos. ¿Y qué decir de El Cenachero? Borja Garrido, su jefe de cocina, ofreció a los comensales un menú con la mujer de Garrucha como protagonista. Cigala de Garrucha con verduras de temporada, pulpo de roca con un toque de ahumados, un surtido de atunes de almadraba en diversas texturas o un presa ibérica ahumada. Maravillosa muestra gastronómica.

Almería, Capital Española de la Gastronomía 2019

A mediados de octubre de 2018 se ha otorgado el galardón que sitúa a Almería como Capital Española de la Gastronomía de 2019. Sustituye a León en este nuevo mandato y no tenemos que preguntarnos por qué. Hemos tenido la suerte de vivirlo en primera persona y damos fe de que en esta provincia se come de manera excepcional. Tanto en la capital de la provincia como en sus numerosos pueblos. Una gastronomía que aúna mar y tierra, con un surtido de tapas asombroso y con el orgullo de ser considerada “la huerta de Europa”. ¡Casi nada!