Admiro mucho a Dani Carnero, además desde hace bastante tiempo. Me parece una de esas figuras con muchísima identidad, criterio y personalidad que no se dejan llevar por las modas o las imposiciones. Bajo una premisa de aparente sencillez, lo que consigue en sus locales La Cosmopolita y Kaleja es verdaderamente fascinante. Ahora con la apertura de La Cosmo, su tercer negocio en Málaga, busca ofrecer la misma excelencia en los platos, pero sin las exigencias de ser, a priori, un sitio «serio» como los dos anteriores.
Recientemente tuve la oportunidad de estar en Málaga invitado por la celebración del X Congreso GastroMarketing y no dudé en acercarme a la calle Císter a probar algunas de las propuestas que ofrece La Cosmo, que apenas lleva abierta unas semanas y ya está siendo, como no podía ser de otra manera, el nuevo punto de peregrinaje de muchos gastrónomos y aficionados en el corazón de Málaga.
La Cosmo, el espacio más disfrutón de Dani Carnero
Dani, que recientemente ha conseguido obtener dos prestigiosos Soles en la Guía Repsol 2022 con Kaleja, me comentó que buscaba un sitio algo más informal, donde volcar su vocación, con platos más reconocibles para el público general, pero sin perder ni un ápice de la calidad y el nivel que lo caracterizan. La Cosmo es el complemento perfecto para las ya exitosas y más que recomendables experiencias de La Cosmopolita y de Kaleja.
La Cosmo se encuentra a apenas unos pasos de la catedral de Málaga, en pleno centro de la ciudad, ocupando un local de esquina en la calle Císter. El espacio es diáfano, amplio, luminoso y bonito, con aires modernos en su decoración mayoritariamente blanca con detalles y remates en rojo. Además del espacio interior, donde predomina la barra con vistas a la cocina y algunas mesas altas y otras bajas, también dispone de una zona exterior con veladores que debe ser una delicia en las noches de verano.
Pero, sin duda, la gran protagonista de La Cosmo es la barra. Al estilo de la de La Cosmopolita o la zona de la kandela en Kaleja, aquí también nos encontramos con que lo mejor del local está con vistas hacia adentro y la oportunidad de ver el trasiego de los cocineros elaborando los platos en tus narices es realmente hipnótico y adictivo. Los olores que vienen de las sartenes, de las brasas y de las diferentes elaboraciones te rodean en cuanto te sientas, con el consecuente revoltijo de sensaciones, aromas y baile de jugos gástricos. Todo hace presagiar que te lo vas a pasar bien.
¿Qué me pido, Dani?
Tuve la suerte de que era lunes cuando fui y los otros establecimientos están de descanso, lo cual propició que el bueno de Dani Carnero estuviera también por allí. Lo mejor es dejarse llevar, como casi siempre, pero si queremos echar un ojo a la carta veremos detalles y propuestas de lo más interesantes. El primer gran detalle que me gustó al echarle un vistazo a la carta fue que hay sentidos homenajes a los productos, a los productores y a los espacios gastronómicos que le sirven de inspiración a Daniel. Esto es algo que debería extenderse más, pues no hay nada más bonito que reconocer el trabajo de los que te preceden o te proveen y te convierten en quien eres.
Por ejemplo, de lo que yo me pedí destaca especialmente por su sabrosura y deliciosidad La Tortilla, con sobrasada, bacalao y salsa mornay a lo «Arnold Bennet», que me encantó y aconsejo a todo el que pase por allí. También me gustó mucho El entrecot empanado, que sabemos que es de Trasacar porque así lo indica la carta, que era un lomo bajo de vaca empanado acompañados de unas fantásticas papas fritas barbarroja. Una serie de bocados perfectamente equilibrados entre sabor, intensidad y crujiente sin perder la textura perfecta de la carne. Muy recomendable.
Muy rica también, en este caso al principio como entrante, La ostra, una ostra a la candela con meunière marina que me sentó estupendamente al acompañarla de un amontillado Gran Barquero de Montilla-Moriles. Quizá lo único que me dejó un poco más plano fue el bocadillo homenaje a Sacha, con mortadela y trufa en pan cristal, al que en mi opinión le faltaba algo de gracia. Casualmente, o no, ya no está en la carta en el momento de escribir estas palabras…
Para terminar, me gustó mucho también la tarta Ambroisie de chocolate Callebaut con helado de nata de la heladería riojana dellaSera de Fernando Sáenz «@ferlado«. Estaba espectacular y significó un final dulce para una experiencia la mar de recomendable y positiva. Al final, la cuenta, por unos 50 euros.
Ficha: La Cosmo, de Dani Carnero (Málaga)
Como conclusión de esta primera visita a La Cosmo, podría decirse que es un sitio que tiene un punto diferente a todo en muchos aspectos, que está muy cuidado y que aunque lleve pocas semanas y haya cosas que seguir mejorando y puliendo, la experiencia general no puede ser más positiva. Es un sitio que va a dar muchas alegrías a los que gusten de estos sitios más para ponerse gochos (cerdos) sin perder el punto de la excelencia y siendo algo más desenfadado y divertido que La Cosmopolita o Kaleja.
El tridente gastronómico de Málaga está servido y se puede echar un fin de semana casi completo comiendo sólo en locales de Dani Carnero. Y, lo mejor: merecen todos lo que valen.
Enhorabuena y mucha suerte, Dani.
- Dónde: C. Císter, 11, 29015 Málaga (Google Maps)
- Horario: de lunes a sábado, para almuerzos y cenas
- Precios: el ticket medio está en unos 50 euros por persona
- Cómo reservar: en el 630 917 396 o en su web
- Nuestro plato favorito: La Tortilla, con sobrasada, bacalao y salsa mornay a lo «Arnold Bennet»
- Valoración provisional: ⭐️⭐️⭐️⭐️ (8/10)
