La ubicación estratégica de Cáceres junto a la Autovía Ruta de la Plata hace que esta ciudad sea parada obligada de los desplazamientos nacionales de cada verano. Ya sea para ir a El Bierzo, Galicia, Asturias o Madrid, ¿quién puede resistirse a hacer noche o parar a comer en Cáceres y perderse por su precioso centro monumental? Sin embargo, Cáceres se ha ganado a pulso convertirse en un destino cultural en el que merece la pena pasar al menos un par de noches, para disfrutar de su diversa oferta con calma. Ahora que el slow travel ha llegado para quedarse, te proponemos algunos planes para saber qué ver en Cáceres a fondo. Cultura, ocio y naturaleza vienen a sumar opciones en nuestra ruta turística y cultural. Porque de gastronomía también hablaremos más adelante.
¿Qué ver en Cáceres? Ruta turística y cultural
Un paseo por el casco histórico de Cáceres
El casco histórico de Cáceres es el principal reclamo para los visitantes de esta preciosa ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Hay dos recorridos que no te puedes perder para tener las mejores vistas de este conjunto monumental que aúna vestigios cristianos, musulmanes y judíos.
Desde la Plaza Mayor, la subida por el Arco de la Estrella nos llevará a la Plaza de Santa María, una de las más bellas de Cáceres. Para continuar, es imprescindible subir por la Plaza de los Golfines y terminar en la Plaza de San Jorge, para disfrutar de las vistas de la escalinata que asciende a la iglesia. Siempre que tengas oportunidad, entra en cualquiera de estas iglesias y palacios.
La subida por la Cuesta de la Compañía nos llevará a otra preciosa plaza del casco histórico de Cáceres, la de San Mateo, donde aconsejamos ver el atardecer que cae sobre el reloj de la iglesia y sobre la Torre de Sande.
Conviene que al margen de los recorridos habituales, nos perdamos por las callejuelas de Cáceres, ya que descubriremos rincones pintorescos y únicos, alejándonos al mismo tiempo de los circuitos más frecuentados.
Tampoco puedes perderte el aljibe andalusí que se encuentra en el interior del Museo de Cáceres (de entrada gratuita para ciudadanos de la UE).
Museo Helga Alvear
Cuando la alemana Helga (léase Jelga) de Alvear adquirió su primera obra de arte en 1967 en España, nadie imaginó que parte de su extensa colección de tres mil obras acabarían exponiéndose en Cáceres. Pero la oportunidad fue clara y supieron aprovecharla. Aunque la coleccionista de arte no tenía vínculo particular con Extremadura, ni en primera instancia Cáceres pueda parecer el escenario para tal alarde de modernidad, fueron los contactos de Helga y la convicción del gobierno extremeño los que consiguieron impulsar este proyecto cultural.
Con la inauguración del nuevo edificio (febrero de 2021) que alberga la colección permanente de la Fundación Helga de Alvear, bajo proyecto del arquitecto Emilio Tuñón, este museo de arte contemporáneo ha cobrado especial relevancia en el panorama cultural y ha despertado el interés de los visitantes que se desplazan hasta Cáceres para descubrir este nuevo atractivo artístico de la ciudad. Sin duda es uno de los sitios que ver en Cáceres.
Aunque el resultado del nuevo edificio haya sido espectacular, es la calidad y diversidad que presenta la colección Alvear la que hacen que compense la visita. El centro exhibe actualmente 200 obras de más de un centenar de artistas, convirtiendo a Cáceres en un referente internacional del arte contemporáneo.
El acceso al nuevo edificio lo preside la impresionante obra de Ai Weiwei (Descending Light, 2007). El recorrido está planteado en cuatro niveles en descenso con pinturas, audiovisuales, esculturas y todo tipo de instalaciones inmersivas que nos transportan a otros lugares repletos de ideas y reflexión. En el exterior también podemos encontrar algunas obras e instalaciones como la de Fernando Sánchez Castillo: ‘Síndrome de Guernica’, una pieza conformada con la chatarra del Azor, el barco de recreo del dictador español Francisco Franco (comprado por la propia coleccionista), para reflexionar sobre arte, poder e historia.
En definitiva, la experiencia completa en el museo (el orden y amplitud de las salas, el gusto de la museografía, la atención del personal a lo largo de todo el recorrido, la seguridad y los protocolos sanitarios actuales y hasta la gestión de sus redes sociales) sabe reunir las claves para que todo sume y nada reste.
“A mí me interesa el arte contemporáneo, porque nos habla de nuestro tiempo y de nosotros mismos, porque crea y desarrolla lenguajes que pueden explicarnos, de manera nueva, el mundo que nos ha tocado vivir y del que a menudo sólo rozamos la superficie.” Helga de Alvear.
Información práctica
La entrada al museo es gratuita en estos momentos, tanto para su colección permanente como para sus exposiciones temporales, y se pueden tomar fotografías.
A la hora de realizar tu reserva, es importante que preveas un par de horas como mínimo para visitar el espacio principal, ya que el recorrido es extenso. Al mediodía cierran y puede que te pierdas algunas cosas si vas con prisas. No dejes para el final el paseo por las zonas exteriores porque merece la pena.
Paraje Natural de Los Barruecos
El nombre de Los Barruecos proviene del término berrueco que viene a describir una gran roca de granito aislada. La particular orografía que define este paraje natural, declarado monumento natural en 1996, es precisamente la de un berrocal. Esta singularidad es la que atrae a multitud de senderistas, amantes de la naturaleza y de la fotografía, e incluso a productores de series como ocurrió con Juego de Tronos.
Los Barruecos se divide en dos áreas, alrededor de los embalses del barrueco de arriba y de abajo. En la zona suroeste, encontramos el museo Vostell-Malpartida y, en la noreste, veremos el escenario de la famosa escena de la “Batalla del dragón” de la popular serie Juego de Tronos.
Ambos embalses suponen un agradable paseo a pie por su entorno para disfrutar de su paisaje y de su flora y fauna. A lo largo del paseo nos cruzaremos con vacas y todo tipo de aves, especialmente cigüeñas.
Entre las diferentes rutas de senderismo destaca la que parte del Museo Vostell, ya que nos permitirá disfrutar del entorno del edificio, un antiguo lavadero de lanas, y del conjunto singular de algunos de estos berruecos, como es la de las Peñas del Tesoro, bajo la cual se encuentra precisamente una de las obras del museo y uno de los símbolos de la colección Vostell: VOAEX (Viaje de (H)ormigón por la Alta Extremadura).
Información práctica
El acceso es gratuito y existen numerosas áreas de aparcamiento, en función de la zona que quieras visitar.
Museo Vostell-Malpartida
El Museo Vostell-Malpartida se encuentra a solo 14 kilómetros de Cáceres y supone un plan cultural perfecto para los amantes de la naturaleza y del arte contemporáneo.
Este espacio cultural de arte contemporáneo se fundó en 1976 gracias a la iniciativa del alemán Wolf Vostell, vinculado a esta tierra gracias a su matrimonio con la escritora extremeña Mercedes Guardado Olivenza. Gracias a su propuesta se rehabilitó el lavadero de lanas y dotó a este espacio de vida, albergando las diferentes colecciones de arte que atrae a numerosos visitantes hasta este BIC. Cuando Vostell conoció Los Barruecos los proclamó como Obra de Arte de la Naturaleza y así desarrolló su idea de crear aquí un museo, “un lugar de encuentro del Arte y la Vida”.
Tanto la colección principal Vostell como la de otros artistas siguen su hilo conductor bajo el movimiento artístico Fluxus, una corriente que busca ante todo la fusión y la mezcla de todas las prácticas artísticas y cuya actividad se condensa en los años 60 y 70. El estilo que define las obras de Vostell está fuertemente ligado a la posguerra, por ello, a lo largo de la visita veremos una fuerte presencia de las “máquinas” compuestas mediante la técnica del décollage. Fuera de su contexto de utilidad, las piezas cobran un sentido propio (o un sinsentido) a través de la interacción con otros elementos e incluso con su propio entorno (como el caso de las aves que depositaron sus heces sobre las televisiones de la sala principal, dejando su impronta y haciendo que la obra cobrase aún más sentido, según su propio autor).
Dentro de la colección Vostell, destaca la obra «El Fin de Parzival», ideada por Dalí en los años veinte y realizada por Vostell en 1998.
Para finalizar el tour, puedes acceder al Centro de Interpretación de las Vías Pecuarias e Historia del Lavadero de Lanas de Los Barruecos, para comprender el origen y evolución del espacio que actualmente alberga este museo así como de los embalses. En el lavadero llegaron a trabajar más de cien personas y a lavarse más de 80.000 arrobas de lana anuales. El centro de interpretación no tiene desperdicio aunque los paneles y el material tienen cierta antigüedad.
Información práctica
La entrada al museo tiene un precio de 2,5 euros y es gratuita todos los miércoles. Los horarios pueden variar en función de la época del año así que no dejes de visitar la web y, si tienes ocasión, contacta por si tienes la posibilidad de realizar una visita guiada.
Debes saber que las fotos no están permitidas dentro de las salas, aunque sí en los exteriores del edificio, por lo que podrás capturar las maravillosas vistas desde el lavadero de lanas y de la obra que preside el patio del restaurante y que supone el photocall perfecto para los grupos de visitantes.
En Urban Explorers | Viajes y escapadas