Qué ver en Oslo en dos días

Gracias a nuestra búsqueda incesante de destinos diferentes que conocer a través de vuelos asequibles, el pasado puente de octubre tuvimos la oportunidad de viajar a Oslo desde Málaga. Teníamos apenas dos días para descubrir la capital de Noruega y, sinceramente, merece la pena esta escapada de 48 horas. Si tienes la oportunidad de viajar a esta ciudad y no tienes previsto hacer excursiones porque vas con poco tiempo, te dejamos algunas recomendaciones para aprovechar al máximo tu viaje a Oslo en dos días.

Oslo en dos días: lo imprescindible

La capital noruega es una ciudad moderna y llena de contrastes. Te recomendamos recorrerla a pie para poder apreciar la evolución de su arquitectura y sus estilos. Para ver lo imprescindible de Oslo, vamos a dividirla en cuatro zonas fundamentales:

  • Frogner y el oeste de Oslo
  • De Aker Brygge a la Ópera de Oslo
  • Centro de Oslo
  • Oslo alternativo: Vulkan y Grünerløkka

Los mejores destinos alternativos para viajar Oslo

Si tienes menos de dos días, te recomendamos los sitios que destacados de la ciudad:

  • Un paseo por el barrio Grünerløkka y el río Akerselva: es la zona más diferente de Oslo, te sorprenderá su lado natural y su cultura alternativa. Un buen sitio para salir de compras o de cervezas.
  • Adentrarte en el parque Vigeland, tras recorrer Frogner, es uno de los paseos imprescindibles para descubrir la cultura y el arte de Oslo. Este parque es uno de los puntos más turísticos de la ciudad, pero merece la pena. La entrada al parque es gratuita y el ambiente del barrio tranquilo y con clase.
  • Recorrer la avenida Karl Johan de un extremo a otro para descubrir los grandes clásicos del centro de Oslo: el Palacio Real, el Ayuntamiento, el Parlamento, la Catedral y el antiguo mercado, así como la Galería Nacional. Es uno de los primero paseos que debes dar para conocer lo esencial de la ciudad.
  • Pasar de lo moderno a la antigüedad por la zona del puerto, desde Aker Brygge a la Ópera de Oslo, atravesando la fortaleza de Akershus. Es una buena forma de conocer los contrastes de la ciudad, disfrutando de las vistas al fiordo. Una de las rutas que mejores paisajes te regalará.

Los mejores destinos alternativos para viajar Oslo

Rutas

Ruta cultural

La huella de artistas como Edvard Munch (pintor), Henrik Ibsen (escritor) y Gustav Vigeland (escultor) está muy presente actualmente en la ciudad. Sin embargo, no ha quedado atrapada por su pasado, simplemente ha sabido ponerlo en valor y evolucionar. Las galerías de arte y otros centros privados llevan el arte contemporáneo por bandera, por lo que en Oslo puedes disfrutar de una oferta cultural para todos los gustos y públicos.

Para poder descubrir estos espacios te recomendamos visitar los siguientes lugares:

La Galería Nacional

Es el famoso museo de «El Grito» que nadie puede dejar de ver cuando visita la ciudad, aunque en esta galería encontrarás muchas más obras reconocidas desde el Arte Clásico al Impresionismo y el Modernismo, pasando por el Barroco y el Romanticismo. No dejes de seguirle la pista a Picasso y los impresionistas y aprovecha la oportunidad para pararte en cada uno de los cuadros de la sala Munch e investigar sobre su historia personal. Un consejo: revisa bien el horario antes de ir.

El parque Vigeland

Es sencillamente impresionante. Vigeland cedió su casa al Ayuntamiento a cambio de un taller y una casa junto a este parque que acabó llevando su nombre y su obra. Desde la puerta de entrada hasta la rueda de la vida, pasando por el impresionante puente, la fuente y el gran monolito rodeado de esculturas. Las figuras a las que Vigeland dio vida van sobradas de carisma y personalidad, derrochan movimiento y retan a la gravedad. Bajo la temática del ciclo de la vida, niños, adultos y mayores te observan y te cuentan historias a través de sus posturas, algunas hasta cómicas, otras más metafóricas y puede que conmovedoras. La entrada al parque es gratuita y es uno de los imprescindibles de Oslo.

Museo Astrup Fearnley de Arte Moderno

Es uno de los espacios de arte contemporáneo más importantes, tanto en su interior como en su exterior, no solo por el imponente edificio (de 2012, diseñado por Renzo Piano), sino también por el parque de esculturas de Tjuvholmen que lo circunda. En su interior podrás ver conocidas obras como las de Damien Hirst o Jeff Koons, así como disfrutar del edificio y sus vistas al fiordo.

Finalmente, si cuentas con más tiempo, también te recomendamos el Museo de Munch, que al este de la ciudad alberga la mayor colección de arte de Edward Munch; o el parque Ekeberg, con más de 30 esculturas de artistas mundialmente reconocidos.

Los mejores destinos alternativos para viajar Oslo

Ruta gastronómica

No es fácil ni barato comer en Oslo, sobre todo para los que estamos acostumbrados a comer fuera por menos de 20€. Por ello, os dejamos algunas recomendaciones gastronómicas:

Mercado Mathallen Oslo

Es el mejor sitio para comer en Oslo. En este mercado del barrio de Vulkan encontrarás calidad a buen precio, algo insólito para los que no sabemos movernos en la ciudad. Es un sitio de moda y se llena bastante, aunque no está demasiado saturado, así que intenta ir con tiempo para coger sitio. Si vas en grupo, mejor todavía, porque cada uno podrá elegir qué tipo de comida le apetece probar, sin tener que llegar a un consenso. Puedes sentarte en la zona que quieras para comer, aunque las bebidas sí estarán asignadas a locales concretos. Consejo: deja hueco para los dulces.

Hamburgueserías y pizzerías

Aunque parezca mentira, estos sitios de comida rápida son los preferidos de los autóctonos. En nuestra visita encontramos estas hamburgueserías que podrán sacarte de un apuro:

  1. Bun´s burger bar: con deliciosas hamburguesas, buenas cervezas y un ambiente acogedor.
  2. Wünderburger: hamburguesas personalizadas en una zona con mucho ambiente, justo enfrente de un local de cervezas artesanas, para que te quites el mono de cervezas por menos de 10€: Crow Bar & Brewery.
  3. Illegal burger: grasientas hamburguesas hasta altas horas de la noche (para ser Oslo).

Por último, si quieres buscar alternativas, también puedes comprar algo en el supermercado y hacer una parada para comer en los maravillosos parques o espacios al aire libre, aunque esta opción solo sirve si no vas en una época especialmente fría. Nosotros fuimos en octubre, pleno otoño, y se estaba bien en la calle, pero algo me dice que el tiempo puede ser muy variable, así que no te confíes.

Otro consejo puede ser evitar las bebidas, sobre todo alcohólicas, como el vino o la cerveza, que son lo que encarecen más la cuenta. Suelen servir agua con la comida, así que no tendrás muchos problemas para eso. La cerveza puede costarte alrededor de 10 NOK, salvo excepciones.

Ruta alternativa

En todas las recomendaciones que leímos sobre Oslo, nadie le daba especial protagonismo al río Akerselva. Tampoco la ciudad parece especialmente volcada a este, todo lo contrario que ocurre con el fiordo (Oslofjorden) que es el auténtico protagonista.

Sin embargo, nuestra ruta alternativa pasa indudablemente por las riberas del Akerselva, donde podrás descubrir la Oslo más alternativa, sobre todo en las inmediaciones al barrio de Grünerløkka y Vulkan. Al adentrarte en las sinuosas calles que bordean el río, la ciudad cobra una vida especial y las paredes aparecen repletas de arte urbano.

Mapa del Oslo más alternativo

En el siguiente mapa, puedes descubrir algunos grafitis de la ciudad así como sus autores:

Aunque no sólo te sorprenderán los grafitis, también los edificios, los locales y algún que otro elemento extra, sin olvidar los mercadillos de antigüedades. Si haces esta ruta, debes subir hasta la residencia de estudiantes, donde el Akerselva se vuelve más salvaje y auténtico, fusionándose con la vida y el ritmo de la ciudad.

Para embriagarte con el Oslo más alternativo y contemporáneo, hazte una ruta por los centros de arte y galerías que proliferan por la ciudad, sin olvidar el Oslo Contemporary.

Ruta de contrastes por los barrios de Oslo

Para conocer diferentes épocas y estilos en la ciudad de Oslo te recomendamos ponerte zapatos cómodos y pasear por sus calles y barrios. Aunque la ciudad está bien conectada y con el tranvía puedes acortar las grandes distancias, ¿qué mejor que un largo paseo por esta moderna ciudad europea para descubrir sus secretos?

El recorrido de 48 horas que te proponemos es el siguiente:

Oslo en dos días: día 1

Empezar el día en el Parque Vigeland. Es muy grande y profundizar en él te puede llevar un par de horas. Para llegar y salir del parque pasearás por uno de los barrios con el suelo más caro del país, así que disfruta de las vistas y déjate enamorar por estos pisos y casas del siglo XIX, ya que difícilmente verás algo parecido en el resto de la ciudad.

Al acabar, encamínate al Aker Brygge y Tjuvholmen, donde encontrarás una de las zonas con los edificios más modernos de Oslo. Esta ruta, que hará las delicias de los amantes de la arquitectura, puedes acabarla admirando las vistas del fiordo y disfrutando del ambiente del puerto, donde hay muchos restaurantes y tiendas.

A continuación llegamos al Ayuntamiento de Oslo (1950), con un estilo que sobrepasa la sobriedad y resulta imponente. Fíjate en los detalles, ya que está decorado con imágenes que reflejan la historia, la cultura y el trabajo en el país.

Una vez aquí, recomendamos pasear por la avenida principal de Oslo: Karl Johan Gate. A lo largo de esta calle puedes ver preciosos edificios algunos más relevantes que otros como el Teatro Nacional, el Parlamento, la Catedral y el Zoco. Todos ellos muy recomendables. No dejes de entrar en la Catedral, pues te sorprenderá.

En la zona oeste de la avenida Karl Johan, se encuentra el Slottsparken y el sobrio y neoclásico Palacio Real. El parque es precioso en otoño y merece la pena pasear por él. En las inmediaciones de esta avenida se encuentra también la Galería Nacional (sí, la de «El Grito), de obligada visita.

Oslo en dos días: día 2

Empezamos el día en la fortaleza Akershus Festning. Puedes entrar en alguno de sus múltiples edificios, aunque nosotros nos conformamos con un paseo por la fortaleza, recorriendo sus murallas y apreciando las vistas del otro lado del fiordo. Si quieres hacer una parada para un café, puedes probar People&Coffee.

A continuación pasearemos hacia el este, bordeando el agua, hasta divisar la reconocida Ópera de Oslo, a la que puedes acceder para ver su amplio hall o subir al tejado para apreciar las vistas y hacer algunas fotos. Recomendamos verla de día porque luce mucho más y, con un poco de suerte, puedes verla con algún rayo de sol… Bueno, con mucha suerte.

Después, puede ser una buena idea pasear por los modernos edificios del Barcode y cruzar las vías del tren por el puente peatonal Akrobaten. Desde ahí, dirígete hacia el río Akerselva y disfruta de las preciosas vistas.

Espero que lleves calzado cómodo porque subiremos hasta el puente Ankerbrua para llegar al barrio de Grünerløkka, donde puedes conocer el Oslo más alternativo y refrescante (este adjetivo, si vas en invierno, quizá no sea muy adecuado). Una vez aquí puedes pasear por calles comerciales como Markveien o adentrarte por la ribera del Akerselva hasta llegar a Blå, para disfrutar del arte callejero y los locales más alternativos con música ambiente.

El objetivo final será llegar a Vulkan y disfrutar de la gastronomía noruega en el mercado Mathallen. Si te has quedado con ganas de más, te recomendamos llegar hasta Damstredet, una pequeña calle con casas antiguas que harán que te enamores aún más de Oslo.

Consejos para tu viaje a Oslo en dos días:

Horarios de visita

Ten en cuenta los horarios, ya que muchos de los espacios tienen sus puertas abiertas a partir de las 11:00 y puede que cierren antes de las 18:00 horas. Es posible que, si vas con poco tiempo, debas elegir qué ver. Te aconsejamos aprovechar la ciudad de día. Los parques suelen abrir 24 horas, por lo que es buen lugar para empezar la jornada.

Horarios para comer

Las comidas se hacen en horario europeo, así que es normal que no puedas comer a partir de las 14:00 horas o de las 21:00. Si te cuesta trabajo acostumbrarte, usa los sitios de comida rápida y los supermercados. Otro truco: hacer brunch, así te entrará hambre antes de la hora habitual de la cena.

Precios de comidas y bebidas

Sí, comer es caro, pero beber es todavía más caro, así que pide agua con tus comidas (en muchos sitios la sirve sin que tengas que pedirla) y tómate la cerveza del supermercado en el hotel o el apartamento. De hecho, es habitual que los osloitas empiecen la fiesta en sus casas.

El aeropuerto de llegada

Hay dos aeropuertos para llegar a Oslo: Oslo-Gardermoen, a 30 minutos de la ciudad, y Sandefjord-Torp a más de una hora y media de la capital noruega. Ten claro en cuál de los dos aterrizas, para prever el modo de transporte y el tiempo que tardarás en llegar a tu destino. Ambos tienen transporte público que te deja en la Estación Central (la de tren o la de autobuses) y desde ahí puedes coger el T-Bone o el tranvía a cualquier sitio de la ciudad, donde estés alojado.

Si cuentas con más tiempo…

Hay dos lugares más que visitar de Oslo si tienes un día extra.

Por un lado, si coges un ferry puedes llegar a Bygdøy, con numerosos museos entre los que destacan el Museo del Barco Vikingo (80 NOK), con tres barcos vikingos, dos en perfecto estado de conservación; y el Museo Folklórico de Noruega (130 NOK), donde verás más de 140 edificios típicos de los siglos XVII-XVIII, traídos de diversos rincones del país.

También es recomendada la visita al trampolín de salto Holmenkollen, un referente urbano de Oslo, sobre una montaña que domina la ciudad. Cuesta unos 130 NOK y para llegar aquí tendrás que coger transporte público.

Otra zona que también puedes explorar si no deseas alejarte demasiado de la ciudad es la parte este de Oslo, algo más residencial y no por ello menos auténtica, ya que esconde pequeños secretos como el parque de Toyen, con el Museo Munch, el Ekebergparken, con sus vistas a la ciudad y sus múltiples esculturas, o los restos de la ciudad medieval en el Middlelalderparken.