Utrera, destino perfecto para una escapada cultural y gastronómica

Utrera

Utrera es uno de los municipios más grandes y atractivos de la provincia de Sevilla. Sus más de 50.000 habitantes tienen la suerte de contar con grandes atractivos culturales y gastronómicos, lo que supone un cúmulo de motivos para los que no vivimos allí. Además, está muy bien conectada con la capital provincial, por lo que las excusas son cada vez menos y más débiles. Utrera hay que vivirla intensamente y, si sólo tienes un día, aquí tienes nuestras recomendaciones para sacarle el máximo partido.

Cómo llegar a Utrera

Utrera
Estación de Santa Justa

Como decimos, llegar a la capital de la Campiña sevillana es muy fácil y cómodo. Está ubicada a unos 40 kilómetros de Sevilla y la conexión por carretera es excelente, pues existe la autovía A-376. En apenas 30 minutos se puede salir de Sevilla y llegar a Utrera en un trayecto normalmente cómodo y con el asfalto en buen estado.

Sin embargo, nuestra recomendación es desplazarse en tren. Desde las estaciones de Santa Justa o de San Bernardo salen trenes de Cercanías Renfe que conectan ambas ciudades en aproximadamente media hora. Los precios de los trenes son asequibles y la frecuencia de paso es de 30 minutos. Además, el tren nos evita usar el coche, buscar aparcamiento y gastar gasolina, por no hablar de la comodidad de estar prácticamente en pleno centro a nuestra llegada a la bonita estación utrerana.

Qué ver en Utrera

Utrera es una ciudad rica patrimonialmente hablando, tanto en el ámbito de la arquitectura religiosa como en las construcciones civiles. En ambos casos nos encontramos con una ciudad muy completa y variada, con un peso histórico y marcada por contar con centro histórico declarado Bien de Interés Cultural, en calidad de Conjunto Histórico-Artístico, desde 2002.

Construcciones religiosas

Utrera
Paseo de Consolación

Entre los muchos atractivos de esta categoría que podemos encontrar en el núcleo urbano utrerano podemos destacar algunos como el Convento de la Purísima Concepción, el Convento de las Hermanas de La Cruz y Capilla de los Dolores, el Hospital de la Santa Resurrección o la Iglesia de Santa María de la Mesa.

Sin embargo, vamos a destacar otros dos que no están tanto en boca de todos y que, sin duda, merece la pena pasar a visitar y conocer.

Santuario de Ntra. Sra. de Consolación

Utrera
Restauración del Santuario de Ntra. Sra. de Consolación

Tras un agradable paseo por el recientemente reformado y adecentado Paseo de Consolación, intuimos al fondo el templo del mismo nombre dedicado a la patrona de la ciudad. El edificio, de estilo barroco, data del siglo XVII, cuando fue levantado sobre los restos de una ermita.

Destacan sus artesonados de madera y la talla de la virgen, pero sin duda si por algo merece la pena desplazarse hasta aquí es el fantástico retablo. Actualmente está en proceso de una minuciosa restauración que ha ordenado el Ayuntamiento, que está sacando lo mejor de las tallas y los relieves que acoge en todas sus alturas. Merece la pena pararse a mirar las pinturas murales de los laterales, que tras la restauración lucirán como otro atractivo más del conjunto.

Iglesia de Santiago el Mayor

Utrera
Interior de la Iglesia de Santiago el Mayor

Nos encontramos ante un templo cuya construcción se inició en el siglo XV, por lo que podemos considerarlo de estilo gótico. Por la duración de las obras, podemos encontrar también otros estilos secundarios. Merece muchísimo la pena adentrarse en él y ver sus tres naves repletas de columnas nervadas típicas de su estilo, así como la gran cúpula neogótica frente al altar mayor.

No hay que dejarse engañar por el aspecto sobrio y austero del exterior, pues en el interior es donde encontramos el principal atractivo de este templo dedicado a Santiago el Mayor, patrón de la Reconquista, cuya representación como guerrero cristiano abatiendo a los enemigos musulmanes se repite en varios puntos del templo.

Construcciones civiles

Utrera
Interior de la Casa Surga

Pero no sólo de religión vive Utrera, sino que también está repleta de antiguos palacetes, barrios históricos y hasta un buen castillo que cada vez es más protagonista en la actualidad y la silueta del municipio.

El castillo de Utrera

Pese a que cuando llegamos a la ciudad no vemos ningún castillo que domine toda la población, lo cierto es que en Utrera hay uno muy importante para la historia de la península ibérica. Junto a la ya nombrada iglesia de Santiago el Mayor está esta fortificación que data al menos del siglo XIII, según la documentación oficial de Alfonso X el Sabio.

Fue plaza importante en la Reconquista, destruido en alguna ocasión en incursiones lideradas por Mohammed V de Granada y, posteriormente, reconstruido en el siglo XIV, siendo abandonado posteriormente. Desde entonces y hasta ahora ha permanecido así, aunque afortunadamente en los últimos años se van realizando intervenciones de restauración y mantenimiento, siendo además espacio público de la ciudad y sede de actividades culturales organizadas por el Ayuntamiento.

La Casa Surga

Utrera
Exterior de la Casa Surga

El nuevo gran espacio cultural de Utrera es la Casa Surga, una antigua casa-palacio en pleno centro de la ciudad que data de finales del siglo XVIII. Durante muchos años ha estado en un estado de absoluto abandono, siendo objeto de numerosos expolios y robos.

Afortunadamente, el Ayuntamiento de Utrera ha realizado una serie de intervenciones de restauración y reformas con las que la ciudad ha recuperado uno de sus símbolos. Hoy por hoy encontramos un centro cultural abierto donde disfrutar de exposiciones fotográficas en un entorno renovado y moderno, pero respetuoso con la estructura y con un cuidado exquisito. Además, ofrece hasta un salón de actos climatizado donde albergar actividades teatrales, musicales o presentaciones y actos.

La Judería y el callejón del Niño Perdido

Si paseamos por el centro de Utrera, muy recomendable es hacerlo por su vieja judería, una de las zonas más características de corazón del municipio. Allí encontramos un conjunto arquitectónico que, aunque venido a menos en cuanto a tamaño, conserva la esencia del tiempo en los muros de sus calles, donde vemos que contaba con su propio hospital, la iglesia e incluso el cementerio. El callejón del Niño Perdido es uno de los rincones más bellos.

Actualmente es una zona residencial particular y algunos de los espacios sufren de un abandono muy duro, algunos tan llamativos como la antigua sinagoga convertida en discoteca y hoy campo de batalla de ratas y palomas. Ojalá pronto una reforma que permita disfrutar de este patrimonio como se merece.

Otros rincones que merecen, sin duda, la pena son el Palacio de Vistahermosa, el Arco de la Villa o el Teatro Municipal Enrique de la Cuadra.

Dónde comer en Utrera

Besana Tapas

Utrera Besana
Uno de los famosos piononos de Besana

Allí mismo, en plena judería y en el callejón del Niño Perdido encontramos Besana Tapas, uno de los mejores restaurantes de tapas que podemos encontrar no ya en Utrera, sino en toda la provincia de Sevilla. Prueba de ello son las referencias que encontramos sobre ellos tanto en la Guía Repsol como en la Guía Michelin, donde aparece recomendado en ambos casos.

Este local, inaugurado hace ahora unos 10 años, ofrece tapas modernas con muy buena presentación y un producto de primera calidad a precios muy razonables. Recomendamos visitar el local a horas tempranas, puesto que si no prestamos atención al reloj seguramente nos lo encontremos lleno de gente. Nuestras recomendaciones: gazpachuelo de kimchi con tartar de langostinos y el pionono de cordero. Dos bocados absolutamente deliciosos y buena prueba de lo que Curro Noriega y Mario Ríos tienen que ofrecer. Merece la pena prestar atención a su bodega de vinos andaluces, tanto generosos como tranquilos.

Los mostachones de Utrera

Por último, si tras el homenaje que nos damos en Besana seguimos teniendo antojo de algo más dulce, nada mejor que tirar de los clásicos, como el mostachón de Utrera. Es el dulce más típico de la ciudad, la estrella de la sobremesa, un gran compañero de un buen café.

No es más que un bizcocho aplanado dulce, tostado y con canela que viene de la herencia musulmana, que fueron quienes lo adaptaron y dejaron el legado que conocemos hoy. Tras ellos, fueron las monjas clarisas las que preservaron la receta.

Pero hay más además del mostachón de Utrera. Otros dulces como las lenguas, los palos de nata, los brazos de gitano y otros dulces ya más habituales en otras comarcas constituyen la base de una larga tradición repostera que ha aportado a las confiterías utreranas reconocimiento en toda la región.

Como ves, no faltan motivos para visitar Utrera, y eso que esto es sólo una breve pincelada de todo lo que esta ciudad tiene que ofrecer.

Más información | Turismo

Autor: Txema Marín

Director de Urban Explorers, técnico en enoturismo de vinos de Jerez, técnico de vinos y vinagres de Montilla-Moriles, Sherry Master de González Byass, máster en Crítica Gastronómica de Gastroactitud, miembro de la Academia Andaluza de Gastronomía y Turismo, docente de Nuevas Tecnologías en la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla.

Deja una respuesta