En 2011, la norteamericana Madeleine Pluckett abrió junto a Justin Hammack un blog en el que los usuarios obtuvieran un entendimiento más profundo del vino a través del aprendizaje visual. Para ella, sumiller con una carrera dedicada al diseño gráfico, ese aprendizaje pasaba por traducir los complejos conceptos relacionados con estos caldos a elementos pictográficos que facilitaran su comprensión.
Cuatro años después, aquella web llamada Wine Folly (‘la locura del vino’) que ya contaba con millones de visitas y cosechaba premios internacionales, dio como fruto este libro que en 2018 fue actualizado y ampliado en una edición magnum ganadora de un James Beard Award, uno de los máximos galardones gastronómicos de EE. UU. Es esta la que ahora ve la luz en español de la mano de la editorial gastronómica Col&Col.
Quizá la mejor manera de definir Wine Folly sea la de aludir a lo que no es: no es una tediosa enciclopedia sobre enología; no es un pretencioso volumen sobre el vino y sus evocaciones; tampoco un título que, en su ansia por simplificar un campo inabarcable, cae en caricaturizar un producto complejo. Lo que sí es este libro de Madeleine Puckett y Justin Hammack es una guía esencial para una nueva generación de amantes del vino que han encontrado las respuestas a sus preguntas, algo nada fácil en una de las parcelas más seductoras, y al mismo tiempo abrumadoras, de la gastronomía.
¿Cómo valorar la calidad de un vino? ¿Qué diferencia a un tempranillo de un petit verdot? ¿Qué significa que un vino sea seco o que tenga cuerpo? ¿Qué son los taninos? ¿Con qué vino podemos maridar un plato de vegetales? Wine Folly ofrece descripciones gráficas de las variedades de uva y su sabor, de cómo percibimos en boca sus componentes, de cuáles son las principales regiones vitivinícolas del mundo y sus vinos o de cómo debemos abordar una cata de manera divulgativa y amena.
Los aspectos técnicos del vino encuentran entre estas páginas su traducción en ilustraciones, mapas e infografías para que los amantes del vino puedan entenderlo además de disfrutarlo. Una lectura que es también toda una aventura visual que, lejos de desmoralizar al lector, consigue que aprender sobre vino no solo sea fructífero, sino entretenido.
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