Museo de Bellas Artes de Sevilla

Museo de Bellas Artes

Visitar el Museo de Bellas Artes de Sevilla es, con absoluta certeza, una de las principales cosas que hacer en la ciudad. Está considerada la segunda pinacoteca más importante de España, solo superada por el madrileño Museo del Prado. En su interior podemos encontrar algunas de las obras más importantes del barroco, y de genios como Murillo, Zurbarán o Valdés Leal.

Orígenes del Museo de Bellas Artes de Sevilla

El Museo de Bellas Artes se aloja en el antiguo convento de la Merced. Se trata de un edificio de estilo manierista, construido por el arquitecto y escultor Juan de Oviedo a mediados del XVII. El convento pasó a manos del Estado tras la Desamortización de Mendizábal, en 1836. Desde entonces alberga las obras que hasta ese momento estaban decorando otras propiedades de Iglesia.

El edificio

Su uso como convento se inició en el siglo XIII, cuando Fernando III tomó la ciudad y cedió los terrenos a la orden religiosa de la Merced. Hasta 1835 funcionó como edificio religioso, se le fueron realizando reformas y alojó a figuras literarias como Tirso de Molina.

El edificio ha sido también sede de la Escuela de Bellas Artes, Museo Arqueológico, Museo de Pinturas, y de diferentes estamentos de la sociedad sevillana. En 1941, tras la Exposición Iberoamericana del 29, se trasladaron los restos arqueológicos al actual Museo Arqueológico. Así quedó en un uso exclusivo y definitivo como Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Como decíamos antes, el edificio es uno de los mejores representantes del estilo manierista. Se organiza en torno a tres bellos patios y una magnífica escalera que nos da acceso a la planta superior y a sus salas.

La fachada original del convento todavía se puede ver desde la Plaza del Museo: una antesala imprescindible para lo que espera en el interior. Fue diseñada por Miguel de Quintana en 1729, y presenta un arco de medio punto con un par de columnas pareadas sobre pedestales. Sobre la misma hay una gran hornacina con la Virgen de la Merced, San Pedro Nolasco y el rey Jaime I de Aragón. A ambos lados dos columnas salomónicas, y encima un frontón con el escudo de la Orden de la Merced.

Plaza del Museo

El Museo de Bellas Artes no se concibe en su total esplendor sin la plaza donde se ubica: la del Museo, construida en el XIX. Sus árboles y bancos invitan a la calma, a sentarse y disfrutar del entorno. Mientras observamos la estatua de Murillo frente a la puerta del museo.

Esta plaza goza de vida durante todo el año. Los domingos alberga un mercadillo de artistas locales que exponen y venden sus obras. Pintura, fotografía, esculturas y otras artesanías tienen cabida, pudiéndose encontrar piezas interesantes a precios atractivos.

Podemos ver, también, casas clásicas de la arquitectura sevillana del XIX. Un ejemplo son la Casa de los Condes de Casa-Galindo, al otro lado de la calle Alfonso XII, o la Capilla del Museo. Sin embargo, cobra todo el protagonismo la escultura de Murillo, de Sabino de Medina, que tiene una réplica frente al Prado, en Madrid.

Museo de Bellas ArtesMuseo de Bellas Artes de Sevilla: lo indispensable

El Museo de Bellas Artes está formado por 14 salas, ordenadas de manera cronológica. Realiza un recorrido que comienza con escultura y pintura de la Sevilla del siglo XV, llegando hasta el XX. Sin embargo, esta afirmación puede llevar a engaño. Lo que acoge realmente es una enorme colección de obras religiosas del Barroco, debido a la Desamortización de Mendizábal. Los nombres más importantes son, entre otros, los de Murillo, Velázquez, Zurbarán, Valdés Leal, el Greco o Goya.

Al visitar el Museo de Bellas Artes de Sevilla es imprescindible detenerse lo que sea necesario en la sala dedicada a Murillo. Aquí se pueden encontrar pinturas tan relevantes como la Virgen de la Servilleta, la Colosal o Santa Justa y Rufina.

El Retrato de Gustavo Adolfo Bécquer, pintado por su hermano Valeriano. O el Retrato de Jorge Manuel, de El Greco. También el Retrato de D. Suárez de Ribera, de Velázquez. O Las tentaciones de San Jerónimo, de Valdés Leal. Son otras de las grandes obras a las que prestar especial atención al visitar el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Pero ahí no acabamos. San Hugo en el refectorio, la Apoteosis de Santo Tomás de Aquino o La Virgen de las Cuevas, de Zurbarán también destacan en la colección. Goya está también muy presente, así como Gonzalo Bilbao con Las cigarreras.

En el ámbito escultórico debemos destacar el San Jerónimo penitente de Torrigiano, los San Juan Bautista de Juan de Mesa, o el Santo Domingo de Martínez Montañés.

Museo de Bellas Artes de Sevilla: recorridos recomendados

Esta pinacoteca de Sevilla ofrece a sus visitantes varias formas de pasear, realizando diferentes recorridos temáticos. La visita en orden cronológico se realiza siguiendo el orden de las salas, desde la primera a la última. Pero hay otras formas de conocer el Museo. Hemos consultado con sus especialistas cuáles son las formas que nos recomiendan, y estas han sido sus propuestas.

Arquitectura y cerámica (vestíbulo y patios)

Si nos queremos detener en la arquitectura del edificio y en su cerámica, debemos prestar atención a su vestíbulo y patios. El otrora Convento de la Merced cuenta con tres fabulosos patios que nos acercan a la Sevilla de la época. Es indispensable fijar el foco de atención tanto en la escalera principal como en la vieja iglesia del convento.

De la Edad Media al Naturalismo (Salas I a IV)

Otro de los recorridos es visitar el Museo de Bellas Artes desde el arte medieval hasta el primer Naturismo, empezando en la Sala I y llegando a la IV. Podemos ver cómo tras la toma de la ciudad por Fernando III, y hasta la llegada del Barroco, en Sevilla se hacía un arte muy interesante.

El Barroco (Salas IV, V, VIII y X)

Quizá el gran atractivo del Museo de Bellas Artes sea el Barroco, uno de los grandes momentos de esplendor artístico en Sevilla. La espectacular Sala V, en la antigua iglesia del convento, alberga las principales obras de grandes maestros del XVII. Los Juan del Castillo, Murillo, Vázquez, Uceda, Roelas, Zurbarán y Herrera el Viejo están aquí, mientras que Valdés Leal está en la Sala VIII.

Siglo XIX (Salas XII y XIII)

Si nos queremos centrar en el arte del siglo XIX, donde los protagonistas son históricas, retratos, costumbristas o paisajistas, tenemos las salas XII y XIII. No es la mayor muestra de estos géneros, pero su colección es suficientemente importante como para dedicar una visita específica.

Esculturas (salas I, II, III, IV, VIII, X y XIII)

Por último, en el apartado de esculturas el Bellas Artes es también un museo interesante. Esta última propuesta permite al visitante conocer obras realizadas entre finales del siglo XV y comienzos del XX.

Museo de Bellas ArtesMuseo de Bellas Artes de Sevilla: visitas guiadas

Es posible, y muy recomendable, realizar visitas guiadas al Museo de Bellas Artes. Se pueden hacer reservas para grupos directamente en la web oficial. Como en la mayoría de los museos, no está permitido tocar las obras de arte. Hay que guardar una distancia de seguridad de, al menos, 50 centímetros. No se puede comer, beber, fumar o correr en el edificio. Tampoco pueden realizarse fotografías ni vídeos sin permiso expreso.

Museo de Bellas Artes Sevilla

  • Dirección: Plaza del Museo, 9. 41001, Sevilla
  • Horario: de martes a sábado, de 9.00 a 21.00 horas. Domingos y festivos, de 9.00 a 15.00 horas. Abierto todos los festivos
  • Precio: a partir de 0 € para ciudadanos de la Unión Europea acreditados. Entrada general: 1,50 €
  • Teléfono: 955 542 942
  • Reservas e información: web oficial
  • Google Maps

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Autor: Txema Marín

Director de Urban Explorers, técnico en enoturismo de vinos de Jerez, técnico de vinos y vinagres de Montilla-Moriles, Sherry Master de González Byass, máster en Crítica Gastronómica de Gastroactitud, miembro de la Academia Andaluza de Gastronomía y Turismo, docente de Nuevas Tecnologías en la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla.